Manny Pacquiao, Floyd Mayweather Jr., Óscar de la Hoya o Mike Tyson. Los ejemplos de atletas del boxeo y de los deportes de combate que tienen algún tipo de vinculación con el juego, abundan.

Desde apuestas informales entre privados hasta aquellas que están enmarcadas en los casinos con depósito mínimo a los que se puede acceder vía online. Los atletas de la lucha han mostrado a lo largo de los años una afinidad particular por este tipo de entretenimiento.

El atractivo para ellos no es solamente el premio, sino también sensaciones que les resultan familiares, como la adrenalina y la toma de decisiones rápidas. 

Un segmento atractivo para todo tipo de luchadores

El caso de Pacquiao es uno de los más citados cuando se habla de la combinación entre boxeo y apuestas. No solamente por el anecdotario, sino también porque este boxeador es un ídolo nacional en Filipinas y uno de los campeones más exitosos de la historia. 

Ha contado que fue durante años un apostador habitual, especialmente en las peleas de gallos, una práctica legal y culturalmente arraigada en su país. En una sola jornada llegó a apostar sumas que superaban incluso sus primeras bolsas como boxeador profesional.

Su relación con el juego se extendió a casinos de Las Vegas, Macao y Australia, donde llegó a perder cifras de seis dígitos en una noche. 

Según lo que contó en entrevistas realizadas durante sus campañas políticas, ese período coincidió con una etapa de desequilibrio financiero, por lo que después de esos episodios de descontrol se recuperó y redujo su exposición a las apuestas. 

El dinero llama al dinero

La relación entre Floyd “Money” Mayweather Jr. y los lujos es sumamente conocida y es evidente si se tiene en cuenta que incluso su identidad pública está directamente asociada al dinero. Apodado “Money”, convirtió las apuestas deportivas en parte de su marca personal de derroche. 

Cada vez que compra un ticket de alto valor, lo comparte en redes sociales. Este hábito de apuestas refuerza su narrativa de éxito y cálculo frío, aunque es altamente probable que haya tenido pérdidas cuantiosas y que le cueste mostrar esa faceta vulnerable.

Mayweather frecuenta casinos de Las Vegas y ha utilizado su imagen para asociarse con plataformas de juego, casi siempre bajo patrocinio.

Aunque tanto Pacquiao como Mayweather muestran perfiles distintos, tienen en común el interés por el casino y las apuestas como extensión de su mentalidad competitiva.

¿Los atletas pueden participar en estos juegos cuando están en activo?

La respuesta correcta a esta pregunta es “depende”. Aunque en la mayoría de las ligas los atletas profesionales pueden participar en juegos de casino, siempre que estén permitidos en el país, no es igual con las apuestas en deportes.

Un luchador, un futbolista o un atleta puede participar de un casino, pero el límite aparece con las apuestas deportivas, ya que en muchos campeonatos, los reglamentos prohíben a los atletas apostar en competiciones en las que ellos mismos participan. 

En algunos casos, la restricción también puede extenderse a otros eventos deportivos de carácter profesional, independientemente del país o la categoría, aunque por lo general los contratos se limitan solamente al deporte en cuestión.

Esas normativas buscan evitar conflictos de interés y proteger la credibilidad del deporte. Por eso, mientras un boxeador en activo puede sentarse en una mesa de póker o jugar en un casino online, apostar por el resultado de una pelea (propia o ajena) suele ser motivo de sospecha.

Incluso familiares o representantes del boxeador pueden estar bajo la mira de la Justicia si ocurre un evento inesperado por el que hayan apostado previamente. La relación entre estos deportistas de alto nivel y las apuestas es delicada. 

El juego y el boxeo, una relación inseparable

Las apuestas en el boxeo existen prácticamente desde el nacimiento del deporte, que permite múltiples opciones más allá del resultado únicamente. 

La relación es intrínseca, ya que los combates se configuran alrededor de bolsas, apuestas informales y pronósticos, que circulan tanto en gimnasios como en bares. De alguna manera, la cultura del riesgo y la recompensa está grabada a fondo en el ADN del boxeo.

No resulta extraño, tampoco, que muchos boxeadores y luchadores encuentren en los casinos una experiencia familiar, vinculada a la adrenalina de no saber dónde caerá la bola de la ruleta o cuál será la próxima carta. 

El boxeo es un deporte profundamente individual donde la responsabilidad recae casi por completo en el atleta. Esta es la misma lógica aplicada en una mesa de casino o en una tragamonedas, donde la suerte y el jugador son los artífices de lo que sigue.

Además, la relación entre juego y boxeo se manifiesta en dos sentidos. Las tragamonedas con temática de boxeo se encuentran entre los títulos de nicho con mejor rendimiento dentro del juego online. 

En ellas, los símbolos como guantes, cinturones de campeón y figuras de peleadores legendarios funcionan como detonantes visuales y un recordatorio de que tanto en la lucha como en el juego, todo puede pasar.