AEW va a por todas el 09 de diciembre 2020 en vivo, y esto podría ser un campo de pruebas de cara a un potencial salto hacia otros objetivos. Véase, unas «Monday Night Wars» en 2025; algo que Cody Rhodes ya dijo tiene como objetivo.
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«Me gustaría que dentro de cinco años nuestra compañía esté en una noche diferente y compita al mismo nivel que ellos [WWE]. Con esto no quiero decir que no me gusten las noches de los miércoles, pero puedo decirte que tenemos verdaderas estrellas y me baso en las cifras […]»
Aunque entonces, realmente la única gran estrella del elenco de AEW que podía considerarse también celebridad era Chris Jericho. Hasta este pasado miércoles, cuando un tal Sting hizo su debut sobre las pantallas de la novel empresa, robándose todas las miradas y demostrando que la popularidad de «The Icon» hace honor a su apodo.
Si se habla de que la negativa de llevar a cabo un Sting vs. Undertaker por parte de WWE (concretamente, de Vince McMahon) condujo al ex-WCW a AEW, podría decirse que la inconcreción de cierto combate ha llevado a O’Neal a tomar la misma decisión.
Durante varios años se rumoró con un choque entre el antiguo pívot de los Lakers y Big Show, vendido en un par de ocasiones por los propios protagonistas, pero por un motivo u otro, WWE nunca dio luz verde.
Parece pues que O’Neal quiere probarse sobre un ring de los Élite, cuando Jade Cargill avisó a Cody Rhodes el pasado mes que «Shaq» estaba cerca, después de que este verano, el gigantón renovara su acuerdo con WarnerMedia, dejando poco después unas declaraciones que sonaron a avance de acontecimientos.
«Me encantaría enfrentarme a Cody. Escríbelo, imprímelo, envíale un mensaje de texto. Llama a AEW y diles».
A posteriori, supimos que O’Neal estuvo presente tras bambalinas de Full Gear y en las grabaciones de Dynamite de esa misma semana, evidenciando su cercanía con AEW. Todo, hasta llegar al miércoles, donde en teoría, debería seguir construyéndose su próximo duelo contra «The American Nightmare».
